Uno de los fallos más
frecuentes con los que nos podemos encontrar en la última fase del proceso de
repintado, en bases bicapa, es un
descuelgue del barniz (también conocido en el argot correón ,córrete, lágrima
etc). Además es uno de los errores más repetidos sobretodo en los que se inician en este oficio ya que el desconocimiento de infinitos parametros, desenboquen en sucesos como los que veremos a continuación.
Cuando el barniz descuelga, es debido a una causa común, una sobre carga
de producto en un punto determinado. Pese a ello cuando esto sucede, uno ha de
ser consciente de la situación y plantearse lo siguiente : ¿Por qué se ha
producido esa sobrecarga de producto en ese punto?
El análisis de este aspecto, es el punto de
partida desde el cual podemos buscar
diferentes causas que pueden haber propiciado el la acumulación de carga de
producto.
Posibles
causas causantes de los “Chorreones”:
La gran mayoría de veces
se suele producir por culpa de la mano del pintor aunque en ocasiones puede
haber agentes externos que propicien el hecho. El pintor de coches ha de tener
en cuenta que, en superficies donde existe un cambio de curvatura (Pasos de
rueda con aleta trasera por ejemplo) así como las superficies verticales, son partes críticas, donde es más fácil de
que se pueda producir este fenómeno.
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En las
superficies con cambios de curvatura se suele producir porque no se rectifica correctamente la distancia de
aplicación y al llegar al cambio de curvatura se acumula el producto. Además,
ese cambio de curvatura tambien puede provocar que la parte inferior del
abanico vaya aportando material mucho antes de que se llegue a esa zona, con lo
cual cuando se aplica directamente a esa zona, ya reside en ella una cantidad
de producto con la que no se cuenta.
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En
superficies verticales: Suelen
ser zonas más críticas que las superficies horizontales. Un capó por ejemplo,
pese a que también se puede producir un descuelgue, el peligro de que este
hecho suceda es mucho más reducido. Por
la simple ley de gravedad, en la superficie vertical no hay un elemento físico
que aguante la carga de barniz mientras que
una superficie horizontal o con poca inclinación te permite una
aplicación de carga mayor.
En otras ocasiones, un “accidente”
como por ejemplo el simple hecho de pisar la manguera de aire también puede
llegar a generar una lagrima.
Cuando se pisa la
manguera de aire, lo que se provoca es
una bajada en la presión de aire en la salida de la boquilla de la pistola, que
puede propiciar que en ese punto, al no dispersar el producto con el mismo
abanico (éste varia debido a la bajada
de presión) se concentre mucho más producto por unidad de superficie (teniendo
en cuenta que el producto que se aplica por unidad de tiempo es el mismo),
provocando así el indeseado descuelgue.
Con la multitud de
productos que se ofertan hoy en día, se ha de prestar especial atención a cada
producto. Cada gama de barniz, cada marca, tiene un protocolo de aplicación y
unas recomendaciones del fabricante de cómo se ha de aplicar el producto. Es
esencial que se adecue en la medida de lo posible a la forma especificada tanto
de presión, distancia, tiempos de evaporación así como el porcentaje (%) de
disolvente que se ha de añadir. A continuación expondré un ejemplo relacionado:
Si una vez aplicada la primera mano de barniz,
no se respeta el tiempo marcado de evaporación o secado marcado por el
fabricante, durante el transcurso de la segunda mano podrían producirse
descuelgues. En este caso no dejaría de ser una sobrecarga de producto, ya que
la primera mano al no haber secado lo suficiente y no tener el poder de agarre
necesario, el barniz aplicado en la segunda mano podría arrastrar al ya
aplicado en la primera.
Aunque en menor medida, también puede tener responsabilidad
el hecho de utilizar un catalizador u otro (sobretodo en épocas de frió y
humedad). Como opinión personal y siempre bajo la experiencia de los productos
que yo he aplicado hasta el momento, prefiero siempre trabajar con barnices
lentos si hay ( como en el caso de Lesonal) o con catalizadores y disolventes
lentos en el caso de los demás productos
que he tenido oportunidad de utilizar. Esto es así porque al trabajar con
productos lentos el material se comporta de forma estándar y trabaja de la
forma para la que ha sido diseñado. Contra más rápido queramos que el producto
finalice su estirado y su secado, más forzado trabajara este, con el
consecuente acabado que puede tener, siempre distinto al deseado.
Otro motivo por el cual
se puede producir una sobrecarga de producto, puede deberse a una detención en
un punto de la superficie en la que estamos trabajando con una misma presión de
aplicación, o una reducción de espacio entre la boquilla de la pistola y la
superficie en la que estamos trabajando. No efectuar una pequeña reducción en
la presión del gatillo cuando iniciamos un cambio de sentido mientras estamos
aplicando podría ser un ejemplo claro de este caso. Esto es debido a que en el
transcurso del tiempo que “frenamos” la mano hasta velocidad 0 y iniciamos la
marcha en sentido contrario, en ese espacio de superficie se agrupa una
cantidad de producto de forma excesiva. Esto es característico en laterales
completo ya que nuestro brazo no alcanza a hacer todo el lateral de la misma
tirada y se suele trabajar por partes.
Por ultimo podríamos
definir como otro fallo de aplicación que puede producir un descuelgue, el
hecho de realizar la aplicación a una
distancia y presión inadecuadas. Cada fabricante de barniz aconseja la
aplicación de cada uno de ellos en unas condiciones determinadas. Es cierto que
la experiencia, como en casi todo, te puede “permitir” forzar un poco ese
producto.
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Si cambiando la presión y la distancia
recomendadas, será de obligatorio cumplimiento el compensar estos cambios de la
siguiente forma
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si aumentamos
la presion o Aumentamos la distancia y la velocidad de la muñeca.
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Si
disminuimos la presion podemos disminuir tambien la velocidad y la distancia
De todas formas lo mejor es que se apliquen las condiciones
recomendadas por el fabricante porque toda variación de estas normas puede
suponer una bajada de rendimiento del producto durante la aplicación y tras la aplicación.
Para acabar y haciendo un
poco de reflexión, para todo aquel que ejercite estas tareas a cargo o por
orden de terceros, así como a todos
aquellos que se estén iniciando en la profesión, decirles que es fácil oír con
frecuencia frases como :
Mira ahí te has colado, Te ha colgado he, Ahí
tienes un chorrete…Como has fallado asi.?
Pues no hay cosa más
cierta que solo le puede suceder algo así a todo aquel que se atreve a coger
una pistola aerografica y con conocimiento de causa aplica en este tipo de
superficies. Pues no somos robot, somos humanos y todos podemos cometer errores.
La mejor medicina para combatir estos indeseables sucesos es la concentración, la
valentía y sobretodo el conocimiento, para ser capaces de identificar en cada
momento el porque de cada situación. De esta forma es mucho más fácil repetir
los errores en el futuro.
De lo contrario, si no conocemos
la razón exacta por la cual se ha cometido un error así, obviaremos la
rectificación pertinente con la consecuencia repetición cíclica del fallo a lo
largo de los años. (Característica de un mal profesional).