martes, 28 de febrero de 2012

Compromiso entre la reparación y el acabado del trabajo.


 Hoy expondré un caso en el que los talleres se encuentran de forma frecuente y por múltiples motivos. En estos casos se premia el asumir gastos imprevistos por el hecho de ganar en compromiso con el cliente y calidad en el acabado final

Es habitual encontrarnos en los talleres con situaciones muy comprometidas ante una reparación de plancha y pintura. Estas se suelen dar cuando  un vehículo ingresa en el taller para reparar un daño concreto. En el momento de iniciar esa reparación nos percatamos  de que para realizar una reparación crorrecta de la pieza al completo se deberia asumir algún otro daño o desperfecto ajeno al siniestro que ha producido ese daño.

Ejemplo:
El daño producido por un tercero (generalmente reparaciones asumidas por aseguradoras) en las cuales tras la tasación del perito, y confirmación de compromiso de pago por parte de la aseguradora, esta se hace cargo de un daño realizado por un tercero o incluso por daños propios ( desperfecto producido por uno mismo enuna maniobra erronea) en una zona concreta del vehiculo. El problema es que la aseguradora se hace cargo del coste de esa reparación en concreto, ( pongamos por ejemplo una rayada de unos 5 cm de longitud sin abolladura). Pero no se hace cargo si la pieza tiene otro tipo de desperfectos anteriores a ese siniestro o incluso procedente de malas reparaciones anteriores( por ejemplo si en la parte inmediatamente opuesta a esa rayada existe un bollo de unos 5 dm cuadrados con arañazo profundo).


Es entonces en este punto  donde el taller se encuentra en un grave compromiso. Por una parte solo se le abombará la reparación de ese daño reflejado en el parte del seguro, pero no así los demás daños, ni el coste que puede generar la reparación de los mismos.  Ante esta situación el taller ha de escoger si repararlo sin más a modo de cortesía ( una forma de cuidar al cliente), o por lo contrario anunciarle al mismo que ese coste no es asumido por la aseguradora y que si su voluntad es repararlo tendría  ( el cliente) que abonar la parte proporcional.

A continuación podemos ver  un ejemplo en el cual un pequeño golpe en la zona central en el paragolpes trasero supone un conflicto de acabado como el presentado en el ejemplo anterior.

Como podemos ver en la fotografía la pintura yacía agrietada. Una vez empezamos a lijar podemos observar que la pieza ha sido repintada en numerosas ocasiones. Se pueden apreciar hasta seis capas de pintura diferentes. Ante esta situación y con la finalidad de obtener el mejor acabado,  optamos por decapar por completo el parachoques y pintarlo (decisión menos económica porque el golpe lo asume la aseguradora, pero el material y el tiempo de decapar la pieza por completo no la asume nadie). El hecho de que tenga tantas capas de pintura puede generar múltiples contratiempos en la reparación. Desde irregularidades en la superficie (conocidas en el argot como “aguas” o “rechupadas” debido a la superficie irregular que hay debajo) .